
16 niños y niñas de entre 9 y 13 años de la Escuela Santa Clara de Oso, en la comunidad Pemón Taurepan, ubicada en la frontera entre Venezuela y Brasil, mejorarán su acceso a la educación intercultural bilingüe con la construcción de su nueva sede, la escuela “Teleobjetivo”. Esta iniciativa, fruto de la alianza entre Fe y Alegría, la Fundación Unidos en la Misión y el estudio de arquitectura “Tragaluz”, busca fortalecer la identidad cultural de los niños y niñas Pemón y ampliar la oferta educativa en una zona donde los centros escolares son escasos.
Desde hace nueve años, la Escuela Santa Clara de Oso, cariñosamente conocida como la “Escuela del Oso”, ha ofrecido una educación única. Sus actividades se iniciaron de manera singular: utilizando las tierras de la sabana para un pequeño conuco y un salón comunal como espacio de aprendizaje. En este entorno, los estudiantes no solo se instruyen en los contenidos del currículo oficial (como matemáticas, geografía y castellano) sino que también enriquecen su conocimiento cultural con la sabiduría de los ancianos de la comunidad.
Estos ancianos, llamados “bibliotecas vivientes”, son guardianes de los valores y la esencia del pueblo Pemón, actuando como guías espirituales, consejeros y autoridades morales, lo que garantiza que sus saberes ancestrales se integren en el proceso educativo. Esta simbiosis entre la enseñanza de su lengua originaria y el castellano es fundamental para que los niños fortalezcan su identidad indígena.
El anhelo de contar con una sede propia para la escuela se materializó en 2024. El diseño de la nueva escuela “Teleobjetivo” es innovador y simbólico, con un énfasis en las cámaras fotográficas para capturar la imponente presencia de los tepuyes. Su construcción, además, se ha planificado cuidadosamente para mantener la armonía con el entorno, utilizando recursos naturales propios de la zona como la madera y las lajas.
Esta moderna infraestructura no solo beneficiará a los estudiantes actuales, sino que está proyectada para atender a más niños y niñas de otras comunidades indígenas cercanas, donde no existen centros educativos. Markis Martínez, coordinadora zonal de educación intercultural bilingüe, enfatiza la urgencia de esta iniciativa, señalando que la escuela de Santa Clara de Oso representa un cambio fundamental para la educación bilingüe en la comunidad Pemón. Se espera que esta nueva sede impulse la motivación de los habitantes y se convierta en un potencial polo para el turismo escolar.
La construcción de la escuela “Teleobjetivo” es una clara muestra del arduo trabajo de Fe y Alegría en estas comunidades indígenas. Tal como menciona Markis Martínez, visitar la comunidad y ver el avance de la escuela permite visualizar el inmenso legado del Padre José María Vélaz, cuya visión impulsó a la organización a llevar “Fe y Alegría más allá de donde termina el asfalto”, garantizando educación de calidad en los lugares más remotos.